Y nos mudamos gracias al esfuerzo tenaz y generoso de Julieta Vitali, Raquel Sitá, Diego López y Cristián García Oliver. Aprovechamos para darle un agradecimiento especial a Dora y Luisa Cossio, dueñas del departamento que nos vio nacer y que fue nuestra casa por más de nueve años. A Oscar, el encargado de aquel edificio y Adriana, su esposa. También a Adriana Garat de González del Solar, generosa e intrépida amiga que creyó, apostó y puso todo para este proyecto, con quien comenzamos allá, un 3 de septiembre de 1999.

Estas ganas continúan de la misma manera, aunque en otro lugar físico. El 3 de febrero comienzan los cursos programados para este nuevo año.
Los esperamos pronto en nuestra nueva casa, que es muy linda... llena de luz, y espaciosa, lo que nos permitirá realizar nuevas y distintas actividades.
Nos vemos, humanos.
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